El Diario Financiero informó que la minera KGHM tiene el objetivo de alcanzar una producción de un millón de toneladas de cobre y, para eso, el país jugará un rol fundamental a través de su proyecto Sierra Gorda, la última faena de la gran minería inaugurada en la región de Antofagasta.

Según informó la compañía, esta operación alcanzó el 80% de su producción diaria estimada y, según cuentan fuentes de la industria, inició la tramitación ambiental de su expansión -denominada Fase II- que les permitiría, al menos, llegar a las 190 mil toneladas del metal rojo.

Para ello, la minera -propiedad de KGHM (55%) y Sumitomo (45%)- requeriría una inversión de unos US$ 1.500 millones.

A esto se suma el desembolso de US$ 4.200 millones realizado para la construcción de la primera etapa, la que, en régimen, producirá del orden de 120 mil toneladas de cobre, 50 millones de libras de molibdeno y 60 mil onzas de oro al año. Estas características la ubicarán dentro de los diez yacimientos más importantes del país.

Entre enero y junio de este año, según datos de Cochilco, Sierra Gorda produjo 39.900 toneladas de cobre de mina.

Y las inversiones no se detienen. De acuerdo al estado de resultados de la polaca, durante el primer semestre destinaron -en relación a su participación- US$ 99 millones a Sierra Gorda.