Las exportaciones mineras bolivianas totalizaron 3.398 millones de dólares en la gestión 2011, reportando a las empresas productoras una utilidad de al menos 200 millones de dólares, informó el Ministerio de Minería y Metalurgia. Transnacionales suizas, norteamericanas, canadienses y japonesas dominan la minería boliviana y controlan al menos el 75% de los yacimientos en explotación.

En la gestión 2010, las exportaciones mineras de Bolivia alcanzaron 2.405 millones de dólares y en 2011 sobrepasaron los 3.000 millones de dólares, -“un récord histórico muy grande”, según el viceministro de Desarrollo Productivo Minero Freddy Beltrán-, gracias al boom de los precios internacionales del oro, estaño, la plata y el zinc.

El ministro de Minería y Metalurgia José Pimentel confirmó este martes que las ventas de minerales en la gestión pasada totalizaron 3.398 millones de dólares, consolidándose como el segundo rubro más importante de las exportaciones nacionales después del gas. De aproximadamente 1.100 productos de la canasta exportadora boliviana, solo cuatro concentran alrededor del 70% de las exportaciones totales: gas natural (42%), mineral de plata (12%), zinc (10%) y mineral de plomo (3%).

Pimentel precisó que en 2011 el sector minero pagó 164 millones de dólares en regalías y unos 272 millones en Impuestos a las Utilidades de las Empresas (IUE), mientras que las patentes sumaron apenas tres millones de dólares. Potosí recibió 128 millones de dólares por concepto de regalías, y Oruro obtuvo 24 millones.

El director laboral de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) Jorge Zaral informó que la Empresa Minera de Huanuni (EMH), la principal mina estatal del país, obtuvo una utilidad neta de 33 millones de dólares por la producción de 7.450 toneladas métricas finas de estaño en la gestión 2011. Pagó 20 millones de IUE y cinco millones de regalías al departamento de Oruro.

La explotación minera a gran escala y a cielo abierto experimenta un notorio crecimiento en América Latina gracias a las reformas legislativas impulsadas por el neoliberalismo en la década de los 90 del siglo pasado. Los gobiernos “post neoliberales” continúan fomentando el extractivismo minero transnacional sin considerar sus graves impactos sociales y medioambientales, y sobre todo sin modificar el rol subsidiario del Estado en esta actividad.

En Bolivia, transnacionales como Pan American Silver Corporation, Glencore, Coer D’alene Mins Corporation y otras operan los mega yacimientos de San Cristóbal, San Bartolomé y San Vicente, entre otros, dominando el 75% de la producción minera boliviana. El restante 25% se divide entre la Comibol y las cooperativas, según un estudio de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema).

Casi tres cuartas partes de los yacimientos de oro, plata, zinc, estaño, plomo, antimonio, hierro y otros no metálicos está en manos de compañías extranjeras, unos de forma directa y otros en asociación con empresas de la minería mediana local. La otra cuarta parte de la producción es compartida por las mineras estatales Huanuni y Vinto, y una decena de grandes cooperativas asociadas con cientos de pequeñas cooperativas y empresas mineras chicas.

“En Bolivia se mantiene el esquema neoliberal en la minería, con el dominio de las empresas transnacionales, las que siguen definiendo la estructura económica y controlando precios y cadenas productivas”, explicó el investigador de Lidema Octavio Ribera a la agencia Xinhua.

Sinchi Wayra, filial de la suiza Glencore, administra desde hace más de una década las minas Porco, Bolívar, Colquiri, Totoral, San Lorenzo y Colquechaquita, con yacimientos de zinc, plata, plomo y estaño. La canadiense Pan American Silver Corporation opera San Vicente productora de plata y cobre. Vista Gold Corporation explota los yacimientos de Amayapampa.

La estadounidense Coer D’alene Mins Corporation explota la plata de San Bartolomé y la japonesa Sumitomo, asociada hasta hace poco a la norteamericana Apex Silver, controla el rico yacimiento de plata, plomo y estaño de San Cristóbal, que llegó a producir el 79% del plomo, el 51% del zinc y el 49% de la plata de Bolivia en 2008.