El Diario Financiero de Chile informó que el gobierno peruano ha aceptado un proyecto minero de 
US$ 4.800 millones de la estadounidense Newmont, pero quiere que sea aprobado por los pobladores de la zona que ahora se oponen por temores ambientales.

“Al gobierno le interesa la inversión, pero no a cualquier precio”, expresó el ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera. “Yo creo que los proyectos no se deben ejecutar sin licencia social, es decir, las personas que van a ser afectadas tienen que haber dado su aprobación”, agregó.

El proyecto Minas Conga, de Newmont y la peruana Buenaventura, cuyo objetivo es la extracción de oro y cobre, representa la mayor inversión minera en el país.

Herrera viajó a una localidad de Cajamarca, en el norte de Perú, para reunirse con pobladores que temen que la operación de Minas Conga reduzca la afluencia de agua en la zona.

El rechazo a Minas Conga surgió días después de que pobladores en Cajamarca bloquearan el acceso a la mina de oro Yanacocha de Newmont y Buenaventura, para presionar por la firma de un “acuerdo social” por unos US$ 73 millones. La protesta, que también derivó en violencia con la quema de maquinaria, llevó al cese temporal del yacimiento de oro.

“Hay interés en la inversión minera (…) pero queremos una minería responsable que cumpla con las obligaciones sociales y ambientales”, dijo Herrera. “La propuesta básica es que no necesitamos la violencia para solucionar los temas, las cosas se entienden conversando”, añadió.

Minas Conga es uno de numerosos proyectos por unos US$ 45.000 millones que varias multinacionales desarrollan en Perú, donde hay conflictos con cerca de 200 proyectos mineros y de petróleo en un país donde un tercio de la población vive en la pobreza.