El gobierno de Bolivia puso en vigencia el jueves una nueva ley minera que otorga al Estado mayor control y que convertirá a los mineros independientes en productores de primera categoría, según dijo el vicepresidente Alvaro García.

Los mineros independientes serán “productores de primera categoría” y accederán a “vetas importantes”, dijo el vicepresidente.

La nueva legislación recibió críticas de agricultores por el acceso irrestricto a fuentes de aguas y se quejaron que contaminarán, junto con afirmar que favorece a los mineros independientes que son aliados del presidente Evo Morales.

Esos mineros, asociados en cooperativas que ellos administran con poco capital y precaria tecnología, son más de 110,000, y representan el 90% de la fuerza laboral del sector y cuentan con gran poder de movilización social.

Dos mineros murieron tras enfrentarse a dinamitazos con la policía en abril para exigir que el Legislativo no modifique la norma que habían concertado con el gobierno. La disputa costó el cargo al ministro de Minería, Mario Virreira.

Las exportaciones mineras bajaron al tercer lugar el año pasado después del gas y la agroindustria por el declive en las cotizaciones.

Los mineros independientes exportaron estaño, plomo, plata y zinc por 1,780 millones de dólares, el 58% de las exportaciones mineras de 2013, superando a la japonesa Sumitomo, el magaproyecto más grande el país.

El Estado controla en 2% de la producción total, los mineros independientes el 23%, el 75% está en manos de cuatro transnacionales, entre ellas la estadounidense Coeur d Alene Mines Corp y la suiza Glencore.