Tras un proceso de construcción y equipamiento que se prolongó durante dos años y que implicó una inversión del orden de los 230 millones de dólares, se encuentra ya en operación la nueva mina de Peñoles en Velardeña, Estado de Durango, México.

En la también llamada unidad minera El Roble laboran actualmente un total de 750 personas, entre empleados sindicalizados, de confianza y los que están adscritos a empresas contratistas. Se estima que se han propiciado además y de manera indirecta otras mil 500 contrataciones laborales.

La mayoría de los trabajadores son habitantes de este y otros poblados cercanos, y llama la atención que un 20 por ciento son mujeres que en igualdad de circunstancias comparten el mismo tipo de tareas y responsabilidades que realiza el resto del personal, explica el gerente general de la mina, Hugo Alberto Palacios Martínez.

Comenta que en los menos de dos meses de operación que lleva la también llamada Unidad Velardeña su rendimiento ha sido altamente satisfactorio, así que podrá cumplirse sin problemas la meta de explotación que se trazó para una frase inicial a razón de 100 mil toneladas mensuales de mineral base, volumen del cual un 4.6 por ciento será de zinc.

La intención es que a partir del cuarto mes la extracción crezca de manera considerable, de manera que puedan obtenerse hasta siete mil toneladas mensuales sólo de zinc, cuya explotación es el objetivo fundamental de la incursión de Peñoles en esta comunidad del municipio de Cuencamé, localizada a cerca de 90 kilómetros de Torreón.

Palacios señala que si bien las operaciones productivas se iniciaron en mayo, las actividades en realidad comenzaron a realizarse con al menos un año de anticipación, en un exhaustivo proceso de reclutamiento y capacitación del personal, gente que al instruirse técnicamente en las labores que se les encomendaron recibieron una formación muy puntual en materia de seguridad, ya que es una de las prioridades que se atienden.

Sobre las características de la Mina Velardeña, su Gerente explica que se trata de instalaciones vanguardistas, dotadas con tecnología de punta, lo que se hace notar por ejemplo en un innovador proceso de recepción y molienda de minerales dentro de un ambiente cerrado, dentro de un enorme domo que visualmente se ha convertido en la principal característica de la unidad. De esta manera se evita afectar con problemas de contaminación por polución a los habitantes del pueblo.

Además, todo el sistema de iluminación funciona a base de focos leds de bajo consumo de electricidad, en tanto que el alumbrado exterior es alimentado nada menos que por acumuladores que durante el día reciben la energía proveniente de foto-celdas solares.

Toda el agua que se emplea en los baños del personal es calentada con energía solar, y otra innovación es la forma en la que se utiliza el agua en los procesos productivos, ya que se recicla en varias ocasiones y no se desaprovecha ni siquiera el líquido proveniente de los sanitarios, ya que luego de su tratamiento se destina a la actividad minera.

También es novedoso que, en materia de seguridad, la mina cuenta con rampas de concreto en sus accesos. Esto permitió disponer que nadie puede entrar, si no es a bordo de un vehículo de trabajo, al centro de explotación en el que los circuitos de ventilación y los controles en el área de molienda están automatizados.

Se estima que esta explotación minera tendrá una vida útil de entre 15 y 20 años, aunque la expectativa es a un plazo mucho mayor, dado que las actividades de exploración continúan y no se descarta que puedan encontrarse dentro del mismo Distrito de Velardeña otros importantes yacimientos de minerales.

Se habló así mismo de lo importante que es para Peñoles impulsar el desarrollo sostenible de la comunidad de Velardeña, y es por eso que ha entrado en un esquema de acompañamiento, capacitación y asesoría de todas aquellas personas interesadas en llevar a cabo proyectos de trabajo tanto productivos como sociales.

En el aspecto productivo el apoyo no se ha hecho esperar para quienes a partir de la llegada de Peñoles tuvieron la visión de abrir o mejorar un negocio, y es así como han surgido o se han consolidado, restaurantes, fondas, tiendas misceláneas y hasta ferreterías. La intención es que la comunidad florezca y sea capaz de sostenerse por sí sola, independientemente de que en el futuro se mantenga o no en el lugar la presencia de Peñoles.