Desde hace 21 días, medios de prensa de todo el mundo están informando acerca de la tragedia minera que tuvo lugar en Copiapó, Chile. El hecho ocurrió el 5 de Agosto a las 14:00 horas de ayer, momento en que colapsó la estructura que sostenía el nivel 3,50 de la mina.

Sin embargo, y a pesar de algunos sombríos pronósticos que se hicieron notar en los primeros días, la euforia y el optimismo desbordaban en todo Chile cuando los medios de comunicación informaban el Domingo 22 de Agosto que los rescatistas habían logrado el contacto con los mineros atrapados. Todos estaban vivos y en relativamente buenas condiciones. “Estamos bien. En refugio los 33”, escribieron en un papel que fue atado a uno de los martillos de la sonda que los buscaba. Desde aquel momento, los mineros están siendo hidratados y alimentados mediante un dispositivo tubular que es enviado a través de la sonda, y mantienen una permanente comunicación con la superficie –incluyendo largas y amenas conversaciones con el ministro de minería, Laurence Golborne, y con el presidente Piñera.

Por su parte, la empresa San Esteban, propietaria del yacimiento San José en la ciudad chilena de Copiapó (norte), asegura que no cuenta con el dinero suficiente para costear los trabajos de rescate de los 33 mineros que quedaron atrapados desde hace tres semanas en esta mina, por lo que el Estado tendrá que responder por ellos.

El Gobierno chileno señaló que la empresa San Esteban deberá asumir el costo final de la operación de rescate aunque la firma sólo cuenta con 400 mil dólares en mineral acopiado en su planta de procesamiento y mantienen cuentas por pagar por otros 260 mil con proveedores, lo que quiere decir que sólo tiene un acumulado de 660 mil disponibles.

Según los cálculos oficiales de lo que costará el rescate de los 33 mineros será aproximadamente de 10 millones de dólares, monto muy superior a lo que pudo costar el haber tomado las medidas de seguridad necesarias para evitar esta tragedia.

Hasta los momentos se ha invertido unos tres millones de dólares en las labores de rescate. Este cálculo sólo considera el uso de máquinas e insumos. Si se incluye el uso de la nueva perforadora Raise Borer Strata 950, los costos se incrementan a los 10 millones, según aseguran dos fuentes de gobierno consultadas por un medio local.

En todo caso, esta cifra se encuentra muy por debajo de lo estimado por la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) que aseguraba que el valor de la extracción sería unos 20 millones de dólares. Esta diferencia de costo radica en que con esta última no sólo se tomaba en cuenta las labores de perforación sino también la construcción de un túnel minero.

Desde que iniciaron las labores de rescate hasta el momento se han consumido unos 600 mil litros diarios de agua, cifra que ha disminuido a 200 mil diarios, además en combustible se ha invertido unos 10 mil litros diarios de diesel, lo que equivale a 10 mil dólares.

Mientras tanto, en Copiapó, ya se instaló una segunda sonda que permitirá mantener una comunicación más fluida con los mineros que permanecen atrapados en el yacimiento San José. En tanto, la NASA está asesorando al Gobierno de Chile para facilitar las condiciones de vida de los 33 mineros que tendrán que esperar meses para ser rescatados.

La NASA tiene amplia experiencia en elaborar planes para sus astronautas diseñados para adecuar las condiciones de vida humana a espacios reducidos y eventualmente peligrosos.

Se estima que los conocimientos de la agencia espacial estadounidense  pueden ser de gran utilidad para mantener a los mineros en buenas condiciones durante los meses que tendrán que sobrevivir en un habitáculo reducido a 700 metros bajo tierra.