Dos empresas suizas, Glencore International AG y Xstrata PLC, están en conversaciones para formar un gigante de casi US$100.000 millones que jugaría un papel preponderante en la industria global de materias primas.
Ambas firmas confirmaron el jueves que negocian una fusión entre iguales que se realizaría exclusivamente en acciones. Aunque advirtieron que el diálogo podría no concretarse, fuentes cercanas indicaron que la meta es anunciar un acuerdo el martes, cuando Xstrata anuncie los resultados de 2011.
Se trataría de una empresa inédita en el sector, al combinar una minera importante con uno de los principales operadores de materias primas. Si bien sus nombres no son tan reconocidos fuera de ciertos círculos, ambas empresas son engranajes clave en las cadenas de suministro que suple a consumidores de todo el mundo.
Xstrata es un coloso minero que abarca carbón, cobre, zinc y níquel, mientras que Glencore posee un puñado de activos mineros y dirige un lucrativo negocio que reúne a compradores y vendedores de commodities como níquel, azúcar y petróleo. Los dos conglomerados operan en lugares considerados riesgosos desde el punto de vista geopolítico. Glencore, en particular, es famosa por incursionar en países que otras compañías prefieren pasar por alto, como la República Democrática del Congo. Las dos empresas tienen una fuerte presencia en América Latina.
La minería se dispone a entrar en una nueva ola de consolidación debido, en parte, a la sólida demanda de recursos naturales proveniente de los mercados emergentes. Las mineras también buscan alcanzar un mayor tamaño que les permita ejercer una mayor influencia en los volátiles precios de las materias primas y obtener el financiamiento que necesitan para sus operaciones globales. Construir una línea ferroviaria en Mozambique, por ejemplo, cuesta US$1.000 millones.
Cerca de 70% de los activos mineros de Xstrata corresponde a dos commodities: carbón y cobre. El precio del metal se ha disparado a más de US$8.000 por tonelada, frente a US$2.000 en 2000. La entidad combinada estaría en una posición ideal para beneficiarse de esta bonanza. Solamente Codelco, la cuprífera estatal chilena, produce más.
La capacidad de gestionar una operación de trading más grande, poderosa y eficiente es una de las grandes motivaciones de Ivan Glasenberg, presidente ejecutivo de Glencore y el principal defensor de la fusión.
La combinación, en todo caso, enfrenta varios obstáculos. Las estructuras para compartir el poder en las llamadas fusiones entre iguales son notoriamente propensas a fracasar. Los dos presidentes ejecutivos sudafricanos, Glasenberg y Mick Davis, se conocen desde el colegio y Xstrata ya tiene una participación de 34% en Glencore. A ambos ejecutivos les cuesta dar su brazo a torcer y han tenido diferencias de opinión.
Asimismo, los reguladores en todo el mundo podrían mirar con recelo una fusión que daría vida a una compañía con una gran influencia sobre algunos de los principales commodities del mundo, lo que repercutiría en toda clase de actividades, desde la electricidad al transporte. La fusión, además, se produciría en un momento en el que el precio de las materias primas ha vuelto a subir.
Glencore, que ya es un gigante, obtendría todavía más poder para impulsar los precios. “Esto es absolutamente claro”, dijo el analista belga Guy Franceschi.
Los abogados especializados en la legislación antimonopolio indicaron que aún es muy prematuro para realizar un diagnóstico detallado, pero manifestaron que, debido a sus dimensiones, una fusión sería exhaustivamente revisada en todo el mundo. En todo caso, las empresas “se conocen y han estado en contacto desde hace años, de modo que ya tienen que haber evaluado el impacto del tema antimonopolio”, aseveró Dave Anderson, socio del bufete de abogados de Bruselas BLP LLP.
Fuentes cercanas a las empresas les restaron importancia a las barreras regulatorias y enfatizaron que las compañías tienen negocios diferentes y complementarios. De todos modos, las autoridades de la competencia en ambos lados del Océano Atlántico se han mostrado recientemente bastante activas. La Unión Europea, por ejemplo, acaba de bloquear la fusión entre los operadores bursátiles Deutsche Börse AG y NYSE Euronext.
Otro riesgo es que los gobiernos impongan concesiones antes de aprobar un pacto. La necesidad de aumentar los recursos del fisco y el auge de los recursos naturales ha producido una ola de nacionalismo económico en países como Canadá y Australia.
En su negocio de trading, Glencore, a cambio de una comisión, toma la producción de empresas como la propia Xstrata, encuentra un comprador y la distribuye por todo el mundo usando su red de transporte y almacenamiento. Tal posición le otorga una perspectiva privilegiada para determinar el nivel de la demanda y reaccionar ágilmente para satisfacerla. Glencore sólo comercializa algunos de los productos de Xstrata. Por ejemplo, no vende cobre, la principal fuente de ganancias de Xstrata, ni zinc. La combinación con la minera le permitiría a Glencore expandir significativamente su alcance, poderío y rentabilidad.