El gigante suizo de las materias primas Glencore, golpeado por la actual caída de los precios de los metales, anunció este lunes la puesta en venta de la mina de cobre Lomas Bayas en Chile y de la de Cobar en Australia.

A principios de septiembre, la compañía anunció una serie de medidas drásticas para reducir su deuda, entre ellas un aumento de capital, recortes en las inversiones y la venta de algunos activos.

El grupo sólo dará más detalles sobre la operación en el caso de llegar a un acuerdo para la cesión de las dos minas.

Las decisiones del grupo no han conseguido hasta el momento tranquilizar a los inversores, y las acciones de Glencore han sufrido violentos sobresaltos en bolsa.

La empresa quiere reducir su deuda en 10.000 millones de dólares y situarla en torno a los 20.000 millones de aquí a finales de 2016.

Pero los inversores temen que caiga su calificación crediticia, lo que podría aumentar sus costes de financiamiento, un problema para este sector que necesita muchos capitales.

Frente a la caída de los precios del cobre, Glencore suspendió la producción en una mina de Zambia y en otra de la República Democrática del Congo.