El Diario Financiero informó que, tras varios meses de negociaciones, la canadiense Lundin Mining y la estadounidense Freeport-McMoRan cerraron el traspaso del complejo minero Candelaria, que incluye a la operación del mismo nombre y a Ojos del Salado, ambas ubicadas en la comuna de Tierra Amarilla, en Copiapó.

Lundin se quedará con el 80% de la propiedad (marcando su ingreso al país), mientras Sumitomo decidió mantener el 20% restante, según establece el pacto de accionistas. La transacción incluye un pago en efectivo por US$ 1.800 millones y US$ 200 millones adicionales, si es que en los cinco años siguientes, el precio promedio del cobre excede US$ 4 la libra.

El presidente y CEO de la firma canadiense, Paul Conibear, señaló que “la compra de Candelaria es una oportunidad única para adquirir una operación de cobre de gran escala y calidad, con un sólido flujo de caja en una excelente jurisdicción minera”.

Candelaria produjo en 2013 más de 168 mil toneladas de cobre fino, pero en el período enero-agosto había disminuido 8,8% su producción respecto al mismo período de 2013. Por su parte, ejecutivos de Freeport-McMoRan señalaron en Estados Unidos que “esta transacción representa otro paso importante en nuestro plan en curso de reducción de deuda, en línea con la venta de los activos de shale gas”. La empresa informó que se espera que al cierre del presente año se concrete la transacción, que está sujeta a otras aprobaciones regulatorias y condiciones de cierre habituales.