La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) se encuentra a la espera de un decreto y una resolución que permitan la disolución del contrato con la empresa Atlas Precious Metals y asumir de una vez el proyecto de plomo-plata de Karachipampa.

La información fue proporcionada por el abogado de Atlas, Jorge Valle, empresa que también espera la disolución de contrato con el Gobierno por el cual recibirá 750 mil dólares de indemnización.

Valle explicó que Atlas cedió físicamente los predios de Karachipampa al Gobierno el 20 de diciembre de 2010, y que lo único que falta es un documento que establezca que se ha formalizado la entrega, que sería a través de una resolución o un decreto.
“El pago será como reconocimiento a las inversiones que Atlas hizo en la planta, monto que alcanza a 4,5 millones de dólares que no se recuperarán en su totalidad”, señaló el abogado.

A pesar de los conflictos que tuvo la empresa para reactivar la planta, no descarta invertir en el país “en otras condiciones o en otro Gobierno”, que brinde seguridad jurídica a las empresas.
“Lo que han dicho los ejecutivos de Atlas es que no harán un juicio contra el Estado porque piensan volver al país, porque es una empresa netamente metalúrgica y Bolivia es un país minero”, señaló Valle.

Sin embargo, no descartó una lucha judicial para recuperar los 850 mil dólares correspondiente a la boleta de garantía que el Gobierno ejecutó por no haber cumplido con la reactivación de Karachipampa.

El 8 de noviembre del año pasado, el presidente de Comibol, Hugo Miranda, anunció que para la gestión 2011 calcularon invertir entre 17 y 18 millones de dólares para reactivar el complejo. Además anunció que realizarían una auditoría en la planta, para lo cual se destinó unos 3,5 millones de dólares.

Se estima que la metalúrgica entre funcionamiento a mediados de este año.

Inversiones Según Atlas, sólo en el estudio de factibilidad se invirtió unos 700 mil dólares, en los de ingeniería más de 800 mil dólares, en gastos de personal más de un millón y medio de dólares. Los estudios ambientales costaron 200 mil dólares y reparaciones un millón de dólares.