El Directorio de Codelco aprobó la inversión de US$ 3.039 millones para la construcción del proyecto Nuevo Nivel Mina de El Teniente. Así lo informó la empresa a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) a través de un hecho esencial. Con esta iniciativa, el yacimiento subterráneo más grande del mundo, ubicada en la región del Libertador Bernardo O´Higgins, podrá extender su vida útil por otros 60 años más, luego de más de un siglo de explotación.
El proyecto contempla la construcción de una nueva mina, debajo del actual nivel de explotación, con un alto grado de automatización y manejo a distancia desde la ciudad de Rancagua.
El proyecto Nuevo Nivel Mina (NNM) consiste en prolongar la vida útil de la mina El Teniente –ubicada en la comuna de Machalí-, a través de la construcción de infraestructura para acceder a un sector más profundo del mismo cerro que ha sido explotado por más de un siglo.
El monto de la iniciativa, que es el mayor en la historia de la empresa, tendrá un enorme impacto en la Región del Libertador Bernardo O´Higgins, ya que corresponde a casi tres cuartos del PIB regional, el que alcanza los 4 mil 300 millones de dólares, según el Banco Central.
El Presidente Ejecutivo de Codelco, Diego Hernández, destacó la aprobación de inversión en el Nuevo Nivel Mina de El Teniente, ya que es “el segundo de los proyectos estructurales en entrar en etapa de inversión, tras Ministro Hales, que lo hizo en noviembre del año pasado. Esto constituye una señal muy alentadora de que estamos avanzando en la forma correcta para asegurar el futuro de la empresa y, con ello, el aporte al desarrollo del país”.
Cuando termine su construcción, a fines de 2017, Nuevo Nivel Mina permitirá mantener la capacidad de tratamiento de mineral de El Teniente en las actuales 137.000 toneladas por día (tpd), lo que equivale a una producción en régimen en torno a 430.000 toneladas de cobre fino al año.
El Gerente General de División El Teniente, Octavio Araneda, aseguró que, “con esta aprobación, tendremos el orgullo de participar en la refundación de nuestro yacimiento. Seremos los encargados de establecer las bases de lo que será El Teniente del futuro, construyendo por primera vez en sus 100 años de historia un nivel completo”. “Esta nueva mina estará altamente automatizada, con gran parte de sus operaciones manejadas a distancia, desde la ciudad de Rancagua”, añadió.
El proyecto sumará reservas por 2.020 millones de toneladas, con una ley media de cobre de 0,86% y una ley media de molibdeno de 0,022%. Esto se traduce –en un período de más de 50 años- en más de 17 millones de toneladas de cobre fino, asegurando la continuidad operacional de la División El Teniente a pesar del agotamiento de sus actuales sectores productivos.
La infraestructura del Proyecto NNM, que será construida por la Vicepresidencia de Proyectos, se compara con lo realizado por los pioneros norteamericanos que, a comienzos del siglo 20, construyeron El Teniente 5 y su salida a Sewell (cota 2.280). También, con el llamado Programa 280, ejecutado por la Braden Copper Co. en 1968, que desarrolló El Teniente 8 y su salida en Colón (cota 1.980).
El gerente del proyecto NNM, Jorge Revuelta, explica que “la configuración del proyecto contempla una explotación a través del sistema panel caving, con el 100% del área preacondicionada con fracturamiento hidráulico y un esquema de niveles típico de la mina El Teniente: hundimiento, producción, ventilación, acarreo y chancado, basándose en los 30 años de experiencia de División El Teniente en la explotación de mineral primario”.
Sin embargo, a diferencia de las actuales operaciones, en este caso el mineral va a ser sacado a superficie –al concentrador Colón- a través de un sistema de correas transportadoras, lo que suponen un gran desafío de ingeniería y técnico: por su longitud de 11 kilómetros y por su capacidad de mover 10.000 toneladas de mineral por hora, será uno de los mayores en la minería a nivel mundial.
Para acceder a la nueva mina, se usarán dos túneles paralelos de 9 kilómetros –uno para el tránsito de buses con trabajadores y el otro para la correa transportadora de mineral, pista de servicios y vía alternativa para emergencias- que tomarán 4 años de trabajo y correrán por debajo de la cota del río Coya, hasta llegar al sector denominado Confluencia, al nivel de Caletones (cota 1.520).
Entre los años 2011 y 2017, el proyecto ejecutará 98,4 kilómetros de túneles (desarrollos horizontales) y 3,5 kilómetros de desarrollos verticales: chimeneas de ventilación y piques de traspaso de mineral.
Jorge Revuelta enfatiza que el diseño de ingeniería ha recogido los mejores estándares de sustentabilidad, con el fin de mitigar los riesgos. “El proyecto reducirá de manera importante la exposición de las personas a situaciones riesgosas, ya que considera operaciones semiautomáticas comandadas desde salas de control ubicadas en la ciudad de Rancagua, a más de 50 kilómetros del área de trabajo”, explica.
Otra obra relevante del proyecto será una nueva carretera entre el sector de Maitenes y Confluencia, con varios túneles y puentes. Como será más corto que el camino actual, permitirá ahorrar tiempos de viaje, beneficiando la productividad y la calidad de vida de los trabajadores. Esta ruta conectará con el camino existente, de manera que también podrá ser usado por quienes vengan desde la Fundición Caletones, acortando sustancialmente sus tiempos de viaje.
La cota más alta de este camino será 1.500 metros sobre el nivel del mar, muy por debajo de la cota máxima actual (Barahona), lo que ayudará también a la operación de la mina en invierno, ya que habrá menos problemas con la nieve.