Uno de los hitos más importantes en la historia de la minería de Chile acaba de tener lugar en el norte del país. La Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) ha inaugurado oficialmente el primer nivel de su nueva mina subterránea que reemplazará a la mina de cobre a rajo abierto más grande del mundo. La nueva mina ya ha comenzado su producción pero le espera un largo proceso de ramp-up hasta llegar a la producción en régimen esperada de 140.000 toneladas de mineral por día (tpd), lo que significará una producción de 366.000 toneladas de cobre fino y más de 18.000 toneladas de molibdeno fino al año.

Tras 104 años de explotación, la mina a rajo abierto más grande del mundo se convirtió en una operación bajo tierra altamente tecnologizada y preparada para los estándares ambientales y de seguridad del siglo XXI, prolongando la vida útil de la mina por los siguientes 40 años.

El método de explotación será el tradicional block caving, con una configuración de macrobloques de aproximadamente 35.000 m2 cada uno. Cada nivel de la nueva mina — 3 niveles en total — tendrá entre 16 y 20 macrobloques.

Según estimaciones de Codelco, bajo el rajo se han cuantificado cerca de 1.700 millones de toneladas en reservas de mineral de cobre (ley 0,7%) y molibdeno (502 ppm), que representan más de 60% de lo explotado en los últimos 90 años. La opción técnica y económica aconseja explotar esas reservas a través de la construcción de una mina subterránea, que será una de las más grandes, modernas y eficientes del mundo

La División Norte de Codelco invitó a Equipo Minero a la ceremonia oficial que daba por inaugurada oficialmente el traspaso de minería a rajo abierto a minería subterránea de su mina de cobre Chuquicamata. La ceremonia contó con la presencia de numerosas autoridades regionales y nacionales, encabezadas por el Presidente Sebastían Piñera, Codelco dio por inaugurada su nueva mina Chuquicamata Subterránea, en una ceremonia en la que asistieron más de 250 personas, entre autoridades, representantes de la comunidad y de la industria, empresas proveedoras y trabajadores de la empresa.

“Hoy es un día importante, pocas empresas han tenido que reinventarse como lo ha hecho Codelco. Este proyecto permitirá alargar en 40 años la vida útil de esta mina y requirió un esfuerzo gigantesco en diseño, creatividad, y en adaptarse con los nuevos tiempos,” dijo Piñera.

En la ceremonia, el presidente del directorio, Juan Benavides, enfatizó que a partir de hoy se inicia “una transformación que maximizará el valor económico de la empresa y su aporte al Estado en el largo plazo. Y para ello, pondremos toda nuestra voluntad, talento y compromiso para robustecer las competencias que necesitamos para lograrlo.”

El ejecutivo agregó que “con mejores proyectos y mayor desarrollo de sus recursos nos comprometemos a reposicionar a Codelco entre las productoras de cobre más competitivas, sustentables y rentables del mundo. Los proyectos estructurales, entre ellos Chuquicamata Subterránea, hicieron posible apurar este camino transformador que nos involucra a todos. Estamos orgullosos por lo que hemos avanzado y entusiastas por el camino que se avecina.”

Antes de dejar Codelco para jubilarse, el actual presidente ejecutivo de la minera estatal, Nelson Pizarro, resaltó la enorme magnitud del trabajo detrás de esta gran obra ingenieril. “Se inició a mediados de los años 90 con la etapa de exploración, con casi 150 mil metros de sondajes. Implicó un ciclo de 18 años de inversiones desde la etapa de perfil que iniciamos en 2002 hasta el inicio de la producción, en 2019. Para materializar el proyecto utilizaremos 30 millones de horas hombres totales directas y más de un millón de horas hombre de ingeniería,” explicó.

Pizarro destacó el incremento de casi 40% en la productividad que se espera en esta operación minera, la que llegará a 61 toneladas métricas finas (tmf) por persona en 2025, comparada con las 44 tmf/persona que actualmente tiene la División Chuquicamata.

La mina, que cuenta con reservas por 1.028 millones de toneladas de mineral de cobre, con una ley de 0,82%, producirá 320 mil toneladas de cobre fino anuales, cerca de 2026. La obra subterránea tendrá tres niveles de profundidad, con un total de más de 898 metros desde el fondo del rajo actual y más de dos kilómetros desde la superficie. La explotación subterránea permitirá una producción más moderna, eficiente y sustentable, pues la división reducirá en un 97% la emisión de material particulado (PM10), no aumentará el consumo hídrico y disminuirá anualmente el consumo de diésel desde 75 mil metros cúbicos (m3) a una cifra entre dos mil y quince mil m3.