Brasil invertirá 3.000 millones de reales (unos 1.807 millones de dólares) en la construcción de dos plantas que le permitirán completar en el país todo el proceso de enriquecimiento de uranio, dijo el ministro de Minas y Energía, Edisao Lobao.

“Vamos a poner en marcha esos proyectos. Calculamos que tenemos reservas por 1,1 millones de toneladas de uranio. Con esas reservas tan grandes, tenemos que desarrollar todas las etapas de tratamiento y enriquecimiento en el país”, afirmó Lobao.

Brasil, con la sexta mayor reserva de uranio del mundo, extrae el mineral y lo envía a Canadá y a Francia para que sea convertido en gas, una parte vital en el proceso de enriquecimiento de uranio.

Posteriormente, importa ese gas y realiza la etapa final de la fabricación de las cápsulas de combustible para sus plantas nucleares de generación de energía en una fábrica de enriquecimiento de uranio que tiene en el país y para la que desarrolló reactores con tecnología propia.

Las dos nuevas plantas proyectadas le permitirán a Brasil transformar el mineral en gas directamente en el país y completar en un 100% el dominio y la autonomía en el proceso de desarrollo del combustible para sus generadores nucleares.

La inversión en dos nuevas plantas en los próximos ocho años también le permitirán a la estatal Industrias Nucleares de Brasil (INB) contar con capacidad para producir todo el uranio enriquecido que necesita para sus reactores nucleares.

La planta de enriquecimiento de uranio que Brasil opera en la ciudad de Iperó apenas produce el 14% del combustible demandado por Angra 1, la primera de las dos plantas nucleares del país.

“El tratamiento del restante 86% del combustible de Angra 1 es realizado fuera del país, así como el 100% del utilizado en Angra 2″, afirmó el presidente de la INB, Alfredo Tranjan Filho.

Además de estas dos plantas, Brasil está construyendo Angra 3, cuya entrada en operación está prevista para 2015, y tiene planes para construir otras cuatro centrales nucleares.

Lobao dijo igualmente que el Gobierno está preparando modificaciones en la legislación sobre la energía nuclear para obligar a las empresas que encuentran uranio asociado a otros minerales a informar inmediatamente al Gobierno sobre su hallazgo y para permitir la participación del sector privado en parte de la explotación de uranio, actualmente un monopolio del Estado.