La empresa Minera Alumbrera decidió que la continuidad de las operaciones de sus yacimientos de Bajo de la Alumbrera y Bajo el Durazno llegará hasta mediados de 2017, lo que en los hechos implica anticipar casi un año el denominado plan de cierre de la mina, de acuerdo con información a la que accedió el periódico argentino El Ancasti.
El principal motivo es la compleja situación minera internacional, con una baja notable en el precio de los “commodities” que afecta sensiblemente a los productores de cobre. En los últimos doce meses, el precio del metal se ha reducido en un 40 por ciento promedio, lo que llevó a muchas empresas productoras a cerrar definitivamente en otros países.
En el caso de Catamarca, Alumbrera hizo un rediseño operativo de sus actividades en el yacimiento para mantener la viabilidad económica y ya comunicó su nuevo plan al personal, al que le garantizó la fuente laboral hasta entonces.
Si bien Bajo de la Alumbrera ya había ingresado en su etapa final de operaciones, con leyes de cobre muy bajas y costos elevados, la situación internacional y la política económica argentina, con un marcado atraso cambiario, altas retenciones a las exportaciones del sector y trabas para las importaciones de insumos, terminó por complicar aún más la performance de la minería en el país.
La minera tiene previsto iniciar en el tercer trimestre de 2017 una etapa que en el sector se conoce como de “cuidado y mantenimiento estacionario” de toda la infraestructura -tanto equipos móviles como fijos-, que se estima podría tener una duración de dos años. El objetivo es poder reiniciar las operaciones de Alumbrera o de otros yacimientos cuando las condiciones macroeconómicas lo permitan.