Buenaventura invertirá hasta US$360 millones en el 2023, señaló su director general de finanzas, Daniel Domínguez, en la última presentación de resultados de la minera peruana.

El productor de metales preciosos, que reanudó la construcción de San Gabriel a fines de octubre, se enfocará en invertir US$190 millones en el proyecto aurífero, localizado en la Región Moquegua; US$50 millones en el yacimiento de plata Yumpag, en la Región Pasco; y alrededor de US$50 millones para mejorar la gestión y capacidad de la represa de relaves de la mina El Brocal, detalló el ejecutivo.

También señaló que el presupuesto para actividades de exploración oscilará entre US$80 millones y US$90 millones. De ellos, “US$50 millones se destinarán a la exploración en operaciones [existentes], mientras que unos US$35 millones se irán en proyectos greenfield“, añadió.

La empresa espera que Uchucchacua retome las operaciones en el 4T23 y que Yumpag cuente con los permisos necesarios para ponerse en marcha el mismo trimestre. La mina Julcani, que se detuvo por protestas, reanudó sus actividades en febrero, y se mantiene la expectativa de que San Gabriel inicie sus operaciones en 2025. El capex total del último proyecto se mantiene en US$470 millones.

En 2022 la compañía invirtió US$152 millones. “El incremento se explica por la paralización que tuvimos en San Gabriel [a mediados del año pasado]; ahora tenemos que seguir con el trabajo pendiente”, dijo el presidente ejecutivo de Buenaventura, Leandro García.

De acuerdo con Domínguez, la compañía se apoyarán en los dividendos recibidos a través de su participación minoritaria en la mina Cerro Verde, que en 2022 ascendieron a US$79 millones. Para este año espera seguir recibiéndolos de la operación, que controla Freeport-McMoRan.

“Tenemos US$250 millones en efectivo que vamos a usar y esperamos dividendos de Cerro Verde que podrán oscilar entre US$100 millones y US$120 millones. En caso de que necesitemos efectivo, podríamos recaudar entre US$50 millones y US$100 millones”, agregó.