Por muchos días, el mundo entero ha sido testigo de los esfuerzos por sacar desde las profundidades a 33 mineros Chilenos atrapados 700 metros bajo tierra en el norte de Chile.

Por Oscar Martínez Bruna

Por muchos días, el mundo entero ha sido testigo de los esfuerzos por sacar desde las profundidades a 33 mineros Chilenos atrapados 700 metros bajo tierra en el norte de Chile.

Al cierre de esta edición de Equipo Minero, el Ministro de Minería chileno, Laurence Golborne, confirmaba que la actual velocidad de perforación permitiría asegurar que las faenas de rescate podrían adelantarse para la segunda semana de Octubre. Lo más probable es que cuando usted esté leyendo la presente edición de nuestra revista los mineros ya hayan sido rescatados, o estén a punto de serlo. Será sin duda un momento histórico para Chile y para la comunidad minera mundial, por cuanto no hay precedentes históricos de un hecho de las mismas características del que afectó a estos 33 hombres y a sus seres queridos.

Si tuviésemos que encontrar algún efecto positivo surgido en medio de toda esta tragedia humana, tal vez lo primero que se nos venga a la mente es la reacción de las autoridades Chilenas en cuanto a una inminente revisión de los mecanismos de fiscalización de las faenas de la pequeña y mediana minería, un inmediato mejoramiento de las condiciones de seguridad para los mineros en el corto plazo, y la indiscutible sensación de solidaridad y empatía que ha unido a todos los Chilenos como consecuencia de estos acontecimientos.

Consultado acerca de cómo debiera abordarse este tipo de rescates en la eventualidad de volver a ocurrir en el futuro, el líder del equipo de rescate y gerente general de la mina subterránea de cobre El Teniente, André Sougarret, le contó a Mining Media que “Un buen entendimiento del problema que origina el colapso es fundamental, para definir las acciones. Un apoyo de ingeniería, topografía, geología y geomecánica mas una organización adecuada del trabajo. Y finalmente, siempre deben existir planes alternativos a los planes primarios.”

La evacuación se llevará a cabo mediante el empleo de una cápsula de rescate que se insertará por lo menos 600 metros para comenzar a subir a los trabajadores. Entre tanto los mineros se preparan mediante un riguroso acondicionamiento físico y un plan nutricional que incluye una dieta hipocalórica que les permita entrar a la cápsula y resistir sin problemas la subida hasta la superficie.

Sinceramente,

Oscar Martínez Bruna

Editor/Corresponsal para Latinoamérica,

omartin1@ctcinternet.cl