Por Oscar Martínez Bruna

Al cierre de esta edición, aún no había certeza absoluta respecto al ganador de las elecciones presidenciales en Perú. Faltaba la contabilización de los votos provenientes desde las comunidades locales y el de algunos Peruanos residentes en el extranjero. Sin embargo, las últimas actas por contabilizar ya no modificarían el resultado final. El más reciente informe del conteo de votos daba como virtual ganador, y nuevo Presidente del Perú, al economista y político peruano Pedro Pablo Kuczynski, quien cuenta con una dilatada trayectoria en materias mineras, habiendo sido Ministro de Energía y Minas y Ministro del Economía y Finanzas de Fernando Belaunde, y Presidente del Consejo de Ministros de Alejandro Toledo.

Como Ministro de Energía y Minas, Kuczynski impulsó la ley Nº 23231, que fomentaba la explotación energética y petrolera; sin embargo, la denominada Ley Kuczynski no estuvo exenta de polémica por las exoneraciones tributarias que concedía a las empresas petroleras extranjeras. En diciembre de 1985, esta fue derogada. Durante el gobierno de Toledo, el economista realizó acuerdos con el Fondo Monetario Internacional para ayudar a cumplir las metas en política económica que se había propuesto esa administración.

El nuevo planteamiento de Pedro Pablo Kuczynski en materia minera se basa en tres pilares fundamentales: reanimar los proyectos mineros y de infraestructura paralizados a través del adelanto social, disminuir al máximo ó eliminar trámites no imprescindibles para el desarrollo de la actividad minera, y el cambio de la ley general del canon. También plantea la creación del un Banco de Fomento Minero para formalizar a los trabajadores de ese sector “con responsabilidad ambiental,” en regiones como Madre de Dios y Puno. Según Kuczynski, el banco otorgará créditos a las pequeñas empresas informales de ese sector a cambio de que mantengan estándares modernos de cuidado ambiental. Además les compraría la producción a un porcentaje del precio internacional, el cual sería superior al que actualmente pagan los acopiadores. Con respecto al financiamiento, comentó que este banco requeriría de al menos 30 millones de dólares para empezar a funcionar, suma que podría ser financiada por el Estado y por el sector privado.

Entre tanto, la actividad minera del Perú vive momentos de incertidumbre por los precios del cobre, una de las riquezas minerales esenciales en el desarrollo económico del país, y las protestas de ciertas comunidades locales que obstaculizan el normal desenvolvimiento de la minería en ese país.

Declaraciones tales como las del presidente ejecutivo de Southern Perú, Óscar González Rocha, han desencadenado reacciones negativas de ciertos comuneros, al insistir en que Southern Perú va a insistir en sacar adelante el proyecto minero Tía María. Un proyecto consistente en explotar dos tajos de cobre en el desierto de Islay, espera la licencia de construcción del Gobierno. Los agricultores del Valle del Tambo exigen la cancelación del proyecto porque, según ellos, afectaría irreversiblemente una importante fuente productiva de la cadena alimenticia del sur del Perú.

Es de esperar que la nueva administración del gobierno Peruano mejore los niveles de inversión en minería con estabilidad y ofreciendo confianza, pero así también los estándares de laborales y el respeto al medio ambiente, para lograr un equilibrio real entre desarrollo sustentable y respeto a las comunidades y a la pachamama.

Sinceramente,
Oscar Martínez Bruna
Editor en América Latina,
omartinez@mining-media.com