Con lo que ha ocurrido en Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y otros países que deben más de lo que tienen, acecha el fantasma de una posible crisis económica y surge la inquietud respecto a qué pasa cuando un país entra en default o cesación de pagos.

Un país que quiebra económicamente, significa que entrará o podrá entrar en default o cesación de pagos. Esto es que no paga más sus obligaciones financieras. En otras palabras: No paga sus deudas.

Los fondos buitre, en teoría, no son otra cosa que fondos de capital de riesgo o fondos de inversión libre que se dedican a la compra de deuda de una entidad o incluso de un Estado que se encuentra en una situación de debilidad o cercano a la quiebra.

La organización ISDA (International Swaps and Derivatives Association) que agrupa a los Credit Default Swaps (CDS) recientemente declaró que, actualmente, la Argentina no puede cumplir con el pago de su deuda, por lo que los seguros se dispararon.

Por su parte, el Ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, dijo que el Gobierno de su país “no iba a firmar ningún acuerdo que comprometa a su pueblo.” Sin embargo, Kicillof también afirmó que se buscarían los mecanismos para encontrar una solución. Por otra parte, la cesación de pagos, de prolongarse, también golpearía al empleo, al consumo, a la inversión, al abastecimiento de productos, al comercio exterior y a los sectores de la construcción e inmobiliario del país.

El default fue causado por cuestionables decisiones financieras en los EEUU, y Argentina trató, pero no pudo correr a la par con los gigantes.

¿Qué pasos tomará el Gobierno Argentino para manejar la situación?  

Algunos economistas piensan que se requiere un marco regulatorio internacional que no altere los procesos de reestructuración de la deuda soberana, entre otras medidas.

Un importante aumento del precio del dólar y en la inflación, y un freno del financiamiento serían los principales efectos que acarrearía el default si fracasan los últimos intentos de llegar a un acuerdo con los holdouts y la cesación de pagos se prolonga en el tiempo.

Ante los ojos de todo el mundo, la situación en la que se encuentra Argentina es de cuidado, principalmente porque los inversionistas necesitan confianza y estabilidad para seguir financiando proyectos en los sectores de la energía, la agricultura, la producción de alimentos, y la minería.

Ante los ojos de la industria minera mundial, el default en Argentina no inspira confianza. Plantea el temor de que la inflación y las variaciones en el tipo de cambio eviten que los mineros logren utilidades significativas. Algunas grandes compañías mineras multinacionales previeron este problema y tomaron la difícil decisión de retirarse tempranamente, y que ahora, visto en retrospectiva, parece haber sido una buena decisión.

Argentina tiene que restablecer la confianza antes que más inversión minera extranjera se aleje.

Sinceramente,
Oscar Martínez Bruna
Editor en América Latina,
omartinez@mining-media.com