El monitoreo continuo de la estabilidad de las paredes de las minas a rajo abierto se está convirtiendo en la norma, especialmente con el aumento de la profundidad del rajo

 Aunque alguien pudiese haber pensado lo contrario, pero el hecho de que la última vez que Equipo Minero entregó una revisión en profundidad de los sistemas de monitoreo de las paredes de un rajo, fue pura coincidencia cuando ocurrió poco después la falla masiva de paredes en Bingham Canyon del 10 de abril. La empresa estaba preparada para el deslizamiento, la mayoría de los equipos principales fueron retirados y nadie salió herido. Si los sistemas adecuados de monitoreo no hubiesen estado en su lugar, las consecuencias habrían sido inimaginables.

Afortunadamente, las fallas de paredes de esa magnitud son raros, aunque existen pequeños eventos emanados del movimiento de la masa rocosa en discontinuidades localizadas, los cuales se producen con bastante regularidad. De ahí la necesidad de contar con sistemas de monitoreo cada vez más sof isticados que utilizan técnicas de escaneo óptico, vía radar y microsísmico para comprobar si la estabilidad de las paredes y los bancos se ha comprometido de algún modo a lo largo del tiempo.

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