Analizando el Problema
El prólogo del informe del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM, según sigla en inglés) del 2012, titulado Water Management in Mining: A Selection of Case Studies (Gestión de los Recursos Hídricos en el Sector de la Minería: Una selección casos en estudio), detalla, en términos generales, el futuro de la industria minera global y su relación con la gestión de los recursos hídricos: “En la industria minería, el agua se utiliza en una amplia gama de actividades, incluyendo el procesamiento de minerales, supresión de polvo, transporte de lodos y necesidades de los empleados. Durante las últimas décadas, la industria ha progresado considerablemente en el desarrollo de métodos de circuitos cerrados que maximizan la conservación del agua.

Al mismo tiempo, las operaciones a menudo se ubican en zonas donde no sólo hay demandas municipales, agrícolas e industriales competitivas de importancia, sino que también perspectivas muy diferentes sobre el rol del agua cultural y espiritual.

“En conjunto, estas características conducen a retos difíciles y no hay una receta sencilla para la gestión de los recursos hídricos en la minería, en particular porque el entorno local de las minas va desde las zonas con precipitaciones extremadamente bajas a extremadamente elevadas en el mundo. Independientemente, la gestión responsable del agua por parte de las empresas mineras es un ingrediente clave para asegurar su contribución al desarrollo sostenible, lo cual es positivo a largo plazo.”

Lo que no se dice es el hecho que la gestión responsable del agua de parte las empresas mineras también es un ingrediente clave para garantizar la rentabilidad de la producción: los pozos inundados no pueden ser explotados, la eficacia del procesamiento puede disminuir debido a la mala calidad de agua, y las operaciones descuidadas de la lixiviación en pilas pueden resultar en multas reglamentarias que podrían afectar las líneas de fondo, por ejemplo. Los operadores de mina inteligentes entienden la naturaleza dual del valor del agua. Puede ser un activo o un pasivo, dependiendo de su ubicación y uso: el agua que reside dentro de un sistema gestionado puede ser considerada generalmente como un activo o recurso; mientras que el agua que sale del sistema puede ser considerada frecuentemente como un pasivo.

En EE.UU., Nevada es el estado más seco de todos, con un promedio inferior a 10 pulg. (250 Mm) de lluvia por año. También es considerado como probablemente el estado más extensamente mineralizado, basado en la información geológica actual, incluyendo, además de sus yacimientos de oro y plata, otros productos como el cobre, litio, vanadio, molibdeno, tungsteno, niobio y 17 minerales de tierras raras, entre otros.

Con su sólida industria minera, rápida expansión de los centros de población y la competencia por los escasos suministros del agua de parte de la industria, la agricultura y los municipios, Nevada podría servir como un barómetro a la industria mundial para reconocer y, con suerte, encontrar maneras de resolver los problemas de gestión del agua en las regiones de recursos limitados. La reunión anual de la Asociación de Recursos de Agua de Nevada, llevada a cabo el 29-31 de enero en Reno, confirmó que los operadores de minas del estado son conscientes de los desafíos y buscan activamente soluciones para saciar la sed de la industria.

Allan Biaggi, ex director del Departamento de Conservación y Recursos Naturales de Nevada y administrador de la División de Protección del Medio Ambiente de Nevada, enumera una serie de retos a los que se enfrenta la industria en su presentación en el evento de NWRA (Autoridad Nacional de Recursos Hídricos (NWRA por su sigla en inglés)).

  • El agua no va a ser menos escasa o menos valiosa;
  • Los usos de agua nuevos y existentes tendrán que competir con la industria minera por los recursos de agua de Nevada;
  • El costo y el valor del agua aumentará;
  • El agua se politizará aún más;
  • La extracción y la producción de minerales aumentarán y, al mismo tiempo, aumentará la demanda de agua;
  • Los litigios sobre los problemas rela- tivos al agua incrementarán;
  • Los administradores de tierras públicas tendrán mayor injerencia sobre el agua dentro de sus jurisdicciones;
  • Los impactos ambientales producto del desagüe de las minas seguirán siendo un motivo de preocupación;
  • Las características post-minería, como los lagos en el rajo, enfrentarán mayor escrutinio y enfoque; y 
  • Las garantías y otros seguros financieros jugarán un rol más im- portante en la protección a largo plazo de los recursos hídricos.

Dadas estas perspectivas, hay pasos específicos que se pueden tomar para acomodarlas y velar por la salud de la industria minera del estado en los próximos decenios, indicó Biaggi, y sugirió algunos de ellos, incluyendo:

  • La política estatal del agua debe ser adaptable y capaz de responder a las cambiantes demandas, aspectos financieros y tecnologías para todos los usuarios.
  • La industria minera debe realizar un importante esfuerzo para la planifi- cación de los recursos hídricos a largo plazo en colaboración con otros usuarios. El objetivo: optimizar el uso y el consumo del agua. 
  • La industria minera continuará impul- sando la reutilización y el reciclaje de las aguas del proceso. 
  • En la medida de lo posible, el agua de baja calidad se deberá utilizar para la producción minera. 
  • La industria minera desarrollará tecno- logías para reducir los volúmenes de agua extraídos a medida que las minas son más profundas.
  • La industria minera continuará inno- vando la reinyección/restauración de los acuíferos desaguados.
  • Las agencias federales y estatales deben garantizar requisitos de asigna- ción de agua y procesos de permisos coherentes, justos y previsibles.
  • Dirección de la política renovada para reconocer la industria minera como valiosa para Nevada.