Peleando las Batallas
Newmont también ha librado una batalla verbal contra lo que considera son cuentas engañosas o incompletas del proyecto y su enfoque en la gestión del agua ante la prensa mundial (ver más adelante). Y, mirando más allá del conflicto de Conga, es bastante evidente que los adversarios de la industria continuarán con sus esfuerzos para aumentar la presión sobre los administradores de las tierras públicas, para suspender o restringir también los proyectos mineros en otras zonas del mundo, en base a las preocupaciones relacionadas con el agua.

Por ejemplo, un informe publicado el 1 de mayo por Earthworks, una organización sin fines de lucro con sede en Washington D.C.,  que se describe a sí misma como “dedicada a la protección de las comunidades y el medio ambiente de los efectos del desarrollo irresponsable de los minerales y la energía mientras busca soluciones sostenibles,” afirma que las minas de roca dura existentes en EE.UU. contaminarán hasta 27 billones de galones de agua dulce al año, y costarán hasta $67 billones de dólares al año para limpiar, a perpetuidad. El estudio, titulado Polluting the Future: How mining companies are polluting our nation’s waters in perpetuity (Contaminando el Futuro: Cómo las empresas mineras están contaminando las aguas de nuestra nación a perpetuidad), afirma además que cuatro minas nuevas podrían contaminar anualmente billones de galones más.

El estudio culpa al drenaje ácido de las rocas (ARD, por sus siglas en inglés), el cual puede ocurrir cuando los materiales con contenido de sulfuro son excavados, expuestos al aire y agua y luego reaccionan con el oxígeno y el agua para crear ácido sulfúrico. El comunicado de prensa que acompaña el lanzamiento del estudio de Earthworks citó al Dr. Glenn Miller, un profesor de ciencias ambientales de la Universidad de Nevada, “Ninguna mina de roca dura a rajo abierto que exista en la actualidad puede demostrar que el drenaje ácido de las minas puede ser detenido una vez que se produce a gran escala,” y luego afirma que “debido a que el drenaje ácido de las minas no se puede detener, una vez iniciado, éste debe ser tratado hasta que el material generador de ácido se agote. Como se reconoce en los documentos de concesión de permisos para minas del gobierno, esto puede tomar cientos o miles de años.”

Además de listar las minas estadounidenses existentes que “son conocidas por generar contaminación perpetua del agua,” el estudio también identifica lo que califica como “minas existentes que probablemente generarán contaminación perpetua del agua,” así como cuatro minas propuestas en la que dice que la contaminación perpetua del agua es pronosticada o considerada de alto riesgo. Estas minas, de acuerdo con el estudio, podrían generar alrededor de 16 billones de galones de agua contaminada por año.

El informe de 52 páginas, el cual se puede descargar de www.earthworksaction.org/files/publications/PollutingThe-Future-FINAL.pdf, hace varias recomendaciones sobre las políticas:

  • La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) estadounidense debe utilizar la Sección 404c de la Ley de Agua Limpia para proteger la bahía Bristol de Alaska, la cual se identifica como “la pesquería de salmón salvaje más productiva y valiosa de la nación,” ante una posible degradación debido al desarrollo de la mina Pebble propuesta.
  • Reformar la ley federal para exigir a las minas de roca dura que demuestren, desde el principio, que la mina puede cumplir con las normas de calidad del agua sin tratamiento perpetuo. 
  • Reducir el riesgo percibido mediante la restauración de los reglamentos fed- erales para prohibir a las minas la eliminación de desechos en las aguas de EE.UU. 
  • Responsabilizar a las empresas haciendo que el costo de la limpieza AMD recaiga en la industria y no de los contribuyentes.