Tecnología de molienda desarrollada en Chile será revelada en la feria Bauma, en Alemania por primera vez. Los creadores creen que el Molino de Micro Impacto posee los atributos necesarios para revolucionar el chancado de mineral. Tradicionalmente, los molinos muelen mineral en un proceso húmedo con bolas de acero en un cilindro giratorio. Los costos de operación de estas inmensas y pesadas máquinas, y su consumo de energía, son enormes. Además del consumo de energía, las bolas y el cilindro de molienda se van desgastando.

El MMI usa un proceso autógeno, en que el material se pulveriza por sí mismo. Mediciones actuales con tamaños de máquinas comparables muestran que es posible un ahorro de hasta un 80%, y la producción que arroja la roca que contiene el mineral es mayor con el MIM que el valor acumulativo de un molino de bolas. El sistema puede ser operado como un proceso húmedo o como un proceso seco.

La unidad tiene dos poleas que funcionan como un acelerador y son parte del proceso para moler el mineral. Opciones de rotación ajustables de las poleas accionadas generan velocidades relativas muy altas con la ayuda de pasadores de arrastre especiales. En el área intermedia, los materiales colisionan salvajemente.

La roca entra a la máquina a través de una tolva de alimentación. Mediante una abertura en la polea fija, el material entra al área intermedia y la polea de accionamiento acelera el material con roca. Los pasadores de arrastre están integrados en la geometría de la polea que llevan la roca que contiene mineral de alimentación a una velocidad radial. Con la energía de aceleración aumentada, las roca colisiona (choca entre sí) para la pulverización altamente eficiente del material del molino. Los pasadores de arrastre en las poleas garantizan las altas velocidades en dirección tanto radial como axial, de manera que entonces el polvo generado es presionado a salir del área intermedia y pasa a la máquina por medio de una tolva de embudo como un polvo fino.